“Un paisaje no es sólo un lugar, es también su imagen. No reside sólo en la naturaleza, en la historia, en la estructura social, sino también en la cultura. Es pues un hecho, una forma geográfica, más su conocimiento, un modo de relación con aquélla, de entenderla. ”

Eduardo Martínez De Pisón

El concepto de paisaje atraviesa hoy una situación crítica y paradójica, principalmente por aquellas interpretaciones que lo definen como una realidad objetiva y cuantificable. Sin embargo, al enfrentarnos a una globalización que desterritorializa al ser humano, los análisis acerca del paisaje, aparecen como elementos que exploran la inconsistencia que posee este concepto y que perceptiblemente aqueja la forma en la cual comprendemos su entorno. Ante esto y desde una lógica territorial, el paisaje entrelaza los procesos sociales, económicos y culturales que en la realidad específica aportan con un amplio repertorio de signos y símbolos.

La territorialidad del paisaje supone que la realidad de cada lugar, en función de sus específicas condiciones de integridad social, entabla dinámicas de complementariedad con el entorno. Es por esto que al determinar la fisonomía de algunos paisajes, somos capaces de intervenir en los aspectos formales que con frecuencia presentan las realidades sociales. De esta manera, la estructura formal de interpretación semiológica sobre el paisaje existe, en estricto rigor, entre las relaciones que presenta la fisonomía de cada territorio, sus significados y manifestaciones culturales.

Con estos antecedentes la territorialización del paisaje, a través de la materialización concreta de singulares horizontes, es la apuesta expositiva que José Falconi ha construido para dilucidar la apariencia dinámica y perentoria del paisaje. En la Galería Die Ecke, Falconi presenta ‘Aproximaciones a una misma línea’ un proyecto que nace de varios viajes que ha realizado el artista por diversos lugares del mundo. Un enfoque instalativo que explora en los contornos de lo que vemos y sentimos frente al paisaje. Además para él esta exposición, es una plataforma que destraba un espacio geográfico que hace explícita su materialidad y textura. Perspectivas que sitúan las particularidades del paisaje, al identificar y calificar los ambientes culturales inherentes a la polisemia que presenta la misma palabra.

Son cientos de marcos que este artista visual instala y pretende articular para representar lo físico, lo inmutable y cultural que yace en las interpretaciones que eclipsamos de esas imágenes paisajísticas. Adicionalmente, Falconi comprende que esa habitualidad que ha rescatado del paisaje esta adosada a la imagen que en distintas escalas exponen sus modelos territoriales.

Entonces, es la convergencia de los enfoques y matices que aparecen en esta exposición los que reflexionan sobre las dimensiones ecológicas, socioeconómicas y estéticas que el paisaje puede albergar. Al mismo tiempo, esta idea de paisaje sería el resultado de la subjetivación del territorio material que hasta ahora, en su concepción y conocimiento, ha engendrado dualidades que con frecuencia explayan términos dicotómicos.

El paisaje posee una base material concreta y presenta nociones abstractas relacionadas con el espacio contextual. Una marca territorial que el paisaje ha jerarquizado en relación a sus elementos constitutivos y que han sacralizado el espacio visible que nos muestra en esta ocasión ‘Aproximaciones a una misma línea’.

 

Fotografías gentileza Galería Die Ecke, Santiago de Chile.